Eran las 6.15am cuando impulsados por la brisa marina y la energía de nuestro propio cuerpo Kristina y yo enrumbamos pedales en dirección Noreste a bordo de una bicicleta TANDEM RALLY (cortesía de BICICENTRO) que nos llevaría hasta la cumbre de una montaña donde reposa parsimoniosamente un pueblo llamado Callahuanca.
Fue un domingo 29 de abril cuando casi un centenar de ciclistas arribó a Callahuanca a fuerza de puro pedal. Algunos alcanzaron el pueblo por Barba Blanca y otros lo hicieron por San Jerónimo de Punan.
CALLAHUANCA es un lugar apacible situado en lo alto de una montaña a 1750 msnm, muy conocido por su amplia producción de chirimoyas y por la gran fiesta que el pueblo celebra en honor a dicha fruta que ya se ha convertido en un ícono de esta región. Callahuanca es uno de los 32 distritos que conforman la Provincia de Huarochirí en el departamento de Lima.
En el Grifo Primax de la Av. Javier Prado Este nos encontramos con otros amigos del pedal, entre ellos Pavel, Elizabeth, Carlos, Álvaro, Beto, Jhon, Luis, Manuel, Ricardo, Enrique, etc. Con todos ellos nos fuimos rodando hacia las empinadas cuestas de Huarochirí.
Grifo Primax, Av. Javier Prado Este (La Molina)
Foto de Pavel Quijano.
Se inició la rodada a Callahuanca, yendo por la Carretera Central.
Mientras todos viajaban en sus monoplazas nosotros lo hicimos en Tandem, controlando nuestros propios tiempos. A la altura de Huachipa los monoplazas se dispararon. En Huaycán nos dio el alcance Erick y otro ciclista rutero. En Chosica nos reencontramos con Álvaro y Enrique, con quienes proseguimos hasta Callahuanca.
En Haycán, encuentro con Erick.
Viajando en Tandem por la Carretera Central (Foto de Erick Patrick Velarde)
Viajando en Tandem por la Carretera Central (Foto de Erick Patrick Velarde)
En Chachlacayo, rumbo a Callahuanca.
En el Puente Los Angeles (Chaclacayo)
El viaje hasta Chosica nos tardó 3.5 horas, la Tandem Rally se portó muy bien, el desnivel de 700m no fue obstáculo para llegar a esta ciudad y tampoco para Kristina quien por primera vez hacía un viaje en bicicleta por estos lares. Sin embargo aún nos faltaba lo más difícil, trepar los 25km hasta Callahuanca, yendo por San Jerónimo de Punan, con un desnivel de casi 1000m de altitud. Había fuerza, voluntad y una gran meta que cumplir.
Cuando invité a Kristina a hacer este viaje ella no sabía con precisión a donde iría, recién cuando aceptó le describí a grandes rasgos la ruta y como ella es una mujer decidida no dudó en acompañarme en esta aventura a pesar que sus rutas en bicicleta son fundamentalmente urbanas. Ya antes habíamos trepado el Morro Solar y el Cerro San Cristobal, pero aquellas rutas no sobrepasaron los 20km por día, en cambio esta vez Callahuanca se anunciaba como una ruta de largo aliento que demandaría en ella tener un ánimo sostenido para no caer víctima del estrés físico que genera un viaje en bicicleta por más de 15 horas, sobre todo cuando se trata de alguien que no está acostumbrado a estos avatares.
Luego de tomar un breve desayuno en Chosica proseguimos nuestro viaje a Callahuanca. En el desvío a Santa Eulalia visitamos a nuestro amigo NilBike, quien nos apoyó con algunos desperfectos mecánicos.
La entrada a Santa Eulalia está precedida por un letrero que nos refiere las distancias hacia varios pueblos de Huarochirí, justo allí empieza el ascenso, de principio suave, pero luego se va inclinando de a poco hasta cuando la pendiente ya no da tregua para dejar de pedalear siquiera un segundo, sino pedaleas no avanzas.
Desvío a Santa Eulalia, rumbo a Callahuanca.
Plaza Mayor de Santa Eulalia.
Dejamos Santa Eulalia, rumbo a Callahuanca.
En San José de Palle.
A lo lejos empiezan a divisarse las cadenas montañosas cuyos Apus se van imponiendo unos tras otros en una suerte de retahíla de gigantes de piedra que van penetrando hacia lo inconmensurable. Por estos territorios fuimos rodando la Tandem Rally, movilizando casi 155 kg de peso total a bordo. Al pasar el desvío de Callahuanca vino la parte más difícil, trepar hasta el desvío de Punan, pero antes había que llegar hasta la Cruz de Chingrín por una trocha carrozable que se extiende interminablemente por el filo de los cerros. La trepada hasta Chingrín nos dejó exhaustos, pero la vista impresionante del valle desde allí compensó todo nuestro esfuerzo. ¡Claro que valió la pena!, aunque la bendita Cruz tardó mucho tiempo en aparecer.
Rodando en Tandem por las montañas de Huarochirí.
Rodando en Tandem por las Montañas de Huarochirí.
Por las rutas de Callahuanca.
Rodando en Tande por las Montañas de Huarochirí.
En Tandem también se puede trepar cerros.
En la Cruz de Chingrín, a 5km de Callahuanca.
El espectáculo de la naturaleza en todo su esplendor.
Álvaro y Erick permanecieron con nosotros hasta el final, mientras que Javier nos acompañaba con sus llamadas desde Callahuanca, esperándonos para almorzar, algunas veces no le pudimos responder porque estábamos luchando contra nosotros mismos. Al llegar al desvío de Punan vino un descenso breve, incluyendo el cruce de riachuelo por donde pasamos sin complicaciones y de allí vino la última trepada de 1km que tuvimos que sortear en medio de transeúntes y mototaxis que bajaban a Piedra Huaca. Por allí nos alcanzaron Luis y Patty que venían desde Huinco. A estas alturas Kristina y yo ya estábamos “muertos”, parábamos cada 100m, mientras que Álvaro y Erick ya estaban en la entrada del pueblo esperándonos.
En el desvío a San Jerónimo de Punan, rumbo a callahuanca.
Cruzando un riachuelo en San Jerónimo de Punan.
La última trepada antes de llegar a Callahuanca.
El valle de Callahuanca en todo su esplendor.
A las 3.40pm la ruta estaba consumada, arribamos a Callahuanca por el extremo Oeste cuando nuestro odómetro marcaba 69.5km de recorrido. De esta forma habíamos coronado a bordo de una Tandem la ciudad de la Chirimoya, cuya fiesta más popular provocaba la algarabía de todo el pueblo.
Llegada a Callahuanca.
Foto de Erick Patrick Velarde.
Foto de Erick Patrick Velarde.
En Callahuanca el pueblo estaba de fiesta y repleto de visitantes, de suerte pudimos encontrar un restaurante para comer, un plato de trucha sirvió para aplacar nuestra hambre.
Entrando a Callahuanca.
El almuerzo reparador.
En el estadio de Callahuanca los ciclistas también hicieron su fiesta, allí nos reencontramos con varios amigos que habían llegado más temprano, compartimos con ellos un momento y luego todos nos alistamos para el descenso nocturno hasta Lima. A las 6.40pm nos fuimos todos.
Estadio de Callahuanca, la fiesta de la Chirimoya.
Reencuentro con nuestros amigos.
Plaza Mayor de Callahuanca, con la noche a cuestas.
Bajar por el serpentín de Barba Blanca a oscuras fue una bonita experiencia, no fue tan complicado porque lo hicimos en grupo, todas nuestras luces generaron un entorno visual aceptable.
En Barba Blanca, descenso nocturno a Lima.
La Tandem Rally alcanzó hasta 50km/h durante el descenso por la Carretera Central. Esta bicicleta ha demostrado tener una fortaleza tremenda, la hemos hecho rodar por lugares inhóspitos, sobre tierra, lodo, grava y roca maciza. Ahora estamos más convencidos de que con una Tandem Rally puedes ir a cualquier parte, todo dependerá del entrenamiento que tengas y de tus ganas de viajar, con una Tandem Rally la aventura no tiene límites.
Descenso nocturno a Lima por la Carretera Central.
A las 11pm, cuando nuestro odómetro marcaba los 140km de recorrido total nuestro periplo llegó a su fin, luego de haber remontado desde la costa hasta la sierra limeña en un viaje de ida y vuelta que nos dejó grandes satisfacciones.
Agradecemos a TIENDA BICICENTRO DE MIRAFLORES por facilitarnos una de sus bicicletas TANDEM RALLY para llevar a cabo este reto.
Si quieres VER, PROBAR, COMPRAR, ALQUILAR O RECORRER LA CIUDAD en una TANDEM RALLY ven a BICICENTRO de Miraflores, Av. Paseo de la República 4986, teléfono 4456442, de lunes a sábado de 9am a 7pm. Su costo es casi similar a la de cualquier bicicleta convencional.
Que gran crónica ciclista!!! Yo soy una amante del ciclismo, aunque nunca he ido al campo, ni he recorrido mas de 50 KM por día. Siempre leo la página y me alegra mucho que la estén actualizando constantemente, es realmente inspirador, me alegra el día. Saludos y sigan así.
ResponderEliminarGracias amiga, que gusto saber que compartes nuestra afición. Tu comentario nos alienta a seguir adelante. Un abrazo fraterno para ti.
ResponderEliminarSaludos.