jueves, 31 de marzo de 2011

LIMA, CIUDAD CICLABLE.

Es cierto que Lima no es una ciudad segura, pero en la misma situación se encuentran muchas ciudades del mundo, sin embargo esto no tiene porque ser motivo de resignación, podríamos pasarnos la vida entera esperando que la ayuda llegue de cualquier parte y aunque esta llegue en este instante no tendría importancia si cada ciudadano de este país sigue haciendo de las suyas en la ciudad donde vive, el cambio empieza por cada uno de nosotros, luego el efecto multiplicador hará su trabajo. Si no respetamos las reglas y no enseñamos a los demás con el ejemplo todo seguirá igual, si no adoptamos buenos comportamientos sociales, aunque nadie nos esté viendo, todo seguirá igual, si caemos en el pesimismo de que Lima es peligrosa, insegura y fea posiblemente siempre siga así y antes de alentar a otros a hacer cosas diferentes los vamos a reprimir porque le habremos transmitido un mensaje negativo de nuestra ciudad. Cuando a mis alumnos les sugiero que vengan en bicicleta al colegio lo primero que me dicen es que se las van a robar en el camino o que algún carro los va a atropellar, quizá tengan algo de razón pero estoy seguro que el problema no son ellos, son los adultos que le han transmitido un mensaje negativo de nuestra ciudad. Particularmente no creo que estemos tan mal, sólo falta ordenarnos un poco y que las personas cambien su actitud frente a nuestra ciudad, si seguimos cayendo en el pesimismo de que todo anda mal, pronto nadie querrá salir de sus casas y la vida se convertirá en una circunstancia infeliz de nuestra corta existencia.


Yo pedaleo años por Lima y muchas veces he viajado solo desde Villa María hasta Los Olivos, ida y vuelta, también voy al centro de Lima y recorro casi a diario los distritos de Lima Sur en bicicleta y para felicidad mía nunca he tenido un percance que lamentar, sin embargo no bajo la guardia, siempre hay que estar bien atento y mirar desde lejos lo que pasa a tu alrededor. Tal vez muchas personas no se sientan tan seguras de ir al colegio, la universidad o al trabajo en bicicleta, pero si se les enseñara a comportarse adecuadamente frente al tráfico y a respetar las reglas de tránsito y a los peatones otra sería la cosa, sólo pedaleando podremos desarrollar capacidades como incrementar nuestro campo visual, el auto-cuidado y adoptar medidas de seguridad para no ser víctimas de hechos lamentables. La capacitación y la promoción son tan importantes como la infraestructura, pero esta última no nos garantiza que haya más ciclistas, en cambio si cambiamos el paradigma y más gente se convence de que transportarse en bicicleta es bueno para las personas y para la ciudad, entonces se ejercerá una presión natural sobre las autoridades, las cuales ya no tendrán escapatoria y empezarán a rediseñar nuestra ciudad porque el nuevo paradigma así lo demandará. No matemos a Lima diciendo que en ella todo está mal, sigamos haciendo cosas por ella y enseñemos con el ejemplo, hay otras generaciones esperando que nosotros hagamos algo.


Atte.


Lic. Dúbert Díaz R.



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