Pachacamac, el “hacedor del mundo”, ente divino que controló la vida espiritual de los antiguos peruanos. Su templo fue edificado en el valle de Lurín y albergó culturas como: Lima, Wari, Ichma e Inca, fueron estos últimos quienes, al conquistar dicho territorio, edificaron un templo dedicado al Sol y a quien le ofrendaron vidas humanas de hermosas doncellas meticulosamente seleccionadas de diferentes lugares del antiguo Perú, las cuales eran cultivadas en un recinto especial llamado Acllahuasi o Casa de las escogidas. Los restos de esta ciudadela representan uno de los principales atractivos turísticos del distrito de Lurín, el último valle verde de Lima, y se encuentra ubicado a la altura del Km 25 de la carretera Panamericana Sur. Normalmente los visitantes llegan en bus, pero nosotros fuimos en bicicleta. De Miraflores al Museo de Sitio de Pachacamac hay aproximadamente 25 km de distancia, si vas a ritmo de cicloturista puedes tardar entre 2 ó 3 horas, disfrutando de un viaje que recorre Barranco, Chorrillos, Pantanos de Villa, Panamericana Sur y Lurín.
Foto: Partida desde Miraflores, cuadra 45 de la Av. Arequipa.
En esta ocasión no tuvimos inconvenientes para accesar al estacionamiento de dicho recinto, sin embargo algunas actitudes poco afables de algunos miembros del personal dando excesivas indicaciones en voz alta, dejaban entrever su poca costumbre de recibir a visitantes tan inusuales que han optado por un transporte alternativo. Estamos seguros que esto irá cambiando paulatinamente, mientras tanto nosotros seguiremos promoviendo el uso de la bicicleta para visitar museos y otros centros de interés cultural y ecologistas.
Una característica a resaltar de este ciclopaseo es que congregó a ciclistas de KeniroBike, Ciclismo sin Fronteras, Eco Tunki Bike, Ciclovías de Lima y RodandoPerú, quienes compartieron un día entero rodando por las cercanías de Lima, en un viaje a pedal que culminó cerca de las 6pm. Como en todas las rutas en bicicleta no faltaron las pinchadas de llanta, las averías mecánicas, las caidas, la solidaridad y el entusiasmo que siempre son el común denominador en estas salidas. La llovizna también jugó su papel en el viaje y a más de uno hizo tiritar de frío a lo largo del camino, sin embargo los ponchos de plástico salvaron a algunos de una empapada cuasi anunciada.
Foto: parchando llanta en las cercanías de Pantanos de Villa (Chorrillos).
Foto: Cicloturistas en el Templo del Sol (complejo arqueológico de Pachacamac, Lurín)
Después de visitar Pachacamac nos fuimos a la Plaza Mayor de Lurín, donde pudimos disfrutar de una gran mesa servida en la feria gastronómica que domingo a domingo sacia el hambre de propios y extraños.
Foto: Llegando a la Plaza Mayor de Lurín.
Foto: El ágape del Ciclista (feria gastronómica de Lurín)
A las 3.30pm, cuando la llovizna empezaba a arreciar, enrumbamos pedales por la Panamericana Sur, donde, a la altura del kilómetro 27, dos amigos lastimosamente sufrieron una caída que les provocó algunos raspones, lo cual los obligó a tomar un auto móvil de regreso a Lima, menos mal que el accidente no pasó a mayores, sin embargo tuvieron que ir a una asistencia médica para que les curen las heridas. Ahora sabemos que ya están bien y se están recuperando. ¡Fuerza amigos!, alíviense pronto.
Foto: Regreso a Lima.
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Atte.
Dúbert Díaz.
RodandoPerú
"El Cicloturismo también es cultura"
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