jueves, 25 de octubre de 2012

TARMA-JAUJA-HUANCAYO-NEVADO HUAYTAPALLANA, 20-21/Oct/12

Fue un 26 de julio de 2010 cuando llegué a Tarma por primera vez montado en mi bicicleta, tres días de viaje me tomó aquella vez rodar desde Lima hasta la “Ciudad de las Flores”. Recuerdo que aquel entonces mi destino era Huancayo, pero mis amigos se encargaron de hacer que yo reorientara mi objetivo hacia la Selva Central, no obstante quedó la promesa de volver a Tarma algún día para culminar mi viaje a la ciudad de Huancayo rodando primero en dirección Sureste por la vía de Lomo Largo hasta alcanzar la provincia de Jauja y su Laguna de Paca; así sucedió un 20 de octubre de 2012 cuando arribé a Tarma por segunda vez en un bus procedente de Lima que me puso de vuelta a soñar con mi objetivo Huancayo y con uno de los nevados más emblemáticos de nuestro país al que llaman Huaytapallana.

Mi paso por Tarma, la primera vez (julio de 2010)

Eran las 5 de la mañana cuando el bus en que viajábamos se detiene en la ciudad de Tarma (3060msnm), atrás habían quedado los horrores de viajar en el copiloto del bus, pues miles de sobresaltos a lo largo de una noche casi interminable anunciaban la muerte más inmediata y estúpida y el corolario infeliz de ver culminar mis días dentro de un armatoste motorizado que no me provocaba la más mínima felicidad.
Antes de que los gallos cantaran nuestras bicis ya estaban listas, Mari y yo empezamos a rodar hacia la plaza mayor de Tarma, donde Carlos y Filomón, que habían rodado de Ticlio a Tarma el día anterior, nos dieron el encuentro. Un desayuno al paso en el mercado más popular de la ciudad sació nuestra hambre y al poco rato enrumbamos pedales en dirección Sureste por la Ruta de Lomo Largo.

Plaza mayor de Tarma, 26 de Julio de 2012.
Hace unos meses Carlos había hecho esta ruta en dirección contraria (Huancayo-Jauja-Tarma), así que en esta ocasión él sería nuestro guía.

La avenida Pacheco  nace muy cerca de la plaza mayor de Tarma y a medida que se va alejando de la urbe se va inclinando cuesta arriba, en dirección Sur, hasta llegar a un lugar llamado Tarmatambo y luego a otro llamado Huaricolca, hasta aquí los cuatro ciclistas ya habíamos tomado conciencia de que la ruta no sería tan fácil, sin embargo nuestra voluntad era tan grande que superaba cualquier distancia e imprimía suficiente fuerza a los pedales para superar tamaño reto.
Se inicia la trepada por la ruta de Lomo Largo,
que conecta Tarma con Jauja.
La ruta de Lomo Largo es exigente, 30km de trepada sostenida nos colocan en la cima de una montaña que bordea los 4200msnm, aquello no es una trivialidad para nadie y por el contrario significaba la paciencia y el tesón de quien se traza una meta por el simple hecho de experimentar el extraño placer de la conquista, algunos lo llaman vanidad y otros lo llaman locura. Al final, la ruta de Lomo Largo termina siendo una proeza y un martirio a la vez, que se ve recompensado por una gran variedad de texturas y colores que deleitan la retina a más no poder, pues la naturaleza se despliega en una suerte de escenario onírico donde todo coexiste en armonía y todo rima con el sonido del viento y el brillo de la luz.

Rodando por lo mejor del Perú (Lomo Largo, Tarma-Perú).
Mientras Carlos y Filomón, llevados por sus demonios, van devorando raudamente las cuestas de Lomo Largo, Mari y yo vamos haciendo gala de ciclo-fotografía en cada palmo del asfalto, mientras que a la sazón la Puna se va imponiendo sobre el lienzo gris de una carretera inmejorable que va penetrando en el ancho y ajeno mundo de las vicuñas que aún perviven en el tiempo.
Llegando a Huaricolca (Tarma-Perú.
Cerca de Huaricolca, un lugareño adolescente de zapatos de cuero y pantalón jean nos sale al encuentro, su nombre es Edwin y va rodando con solvencia sobre un vetusto monoplaza que tiene más años que él y pesa casi lo mismo. Su bicicleta es emblemática y digna, ella lo acompaña siempre 10km en subida y otros 10km de bajada, se entienden perfectamente. Edwin es un muchacho conversador, se hizo muy amigo de Carlos y lo acompañó hasta la cumbre de Lomo Largo, lo cual le hizo merecedor de unos guantes que nuestro amigo Carlos le regaló. Al reencontrarnos todos en la cumbre nos tomamos la foto de despedida y luego nos despedimos de Edwin para que él retornara a su casa, no sin antes recordarnos que ya conocíamos su hogar y que cuando volviésemos por esos lares fuésemos a visitarlo.

Trepando hacia la cumbre de Lomo Largo,
en dirección a Jauja.

En la cumbre de Lomo Largo,
aquí empieza el descenso hacia Jauja.

Con Edwin, nuestro amigo de Huaricolca.

Cumbre de Lomo Largo, descenso a la ciudad de Jauja.

Por la ruta de Lomo Largo, descenso a la ciudad de Jauja.
Cerca de las 2 de la tarde dejamos la cumbre de Lomo Largo y nos soltamos a rodar en caída libre por el serpenteante asfalto que conduce a la ciudad Jauja. Sólo una hora después logro atisbar un letrero que decía Acolla y en seguida me detengo y me pongo a escrutar el paisaje serrano que hace 18 años me había embelesado con su colosal hermosura, yo había recorrido aquellos caminos a pie cuando aún no había carretera, había sido mi primer viaje lejos de casa por motivos laborales, fue allí cuando me enamoré de la Tierra y descubrí que el mundo sería mi hogar, años después estudié biología y me volví ciclista.

Llegada a Acolla, cerca de la ciudad de Jauja.
A las 3.45pm un letrero escarlata nos anuncia nuestra llegada a Jauja, pero antes un paseíto por la Laguna de Paca pretendía resolver el hambre que traíamos a cuestas, sin embargo las truchas de Paca no lograron satisfacer el hambre ni el paladar exigente de estos cuatro ciclo-transportados que habían cruzado Lomo Largo a fuerza de puro pedal; y no habiendo más razones para quedarse en aquella laguna nos enrumbamos a Jauja para luego iniciar la rodada nocturna hacia Huancayo. Dos horas con 15 minutos nos tomó recorrer los 50km que separan Jauja de Huancayo, algunas veces logramos alcanzar hasta 35km/h. Lo increíble de todo es que no se sentía frío y no nos cayó ni una sola gota de lluvia.

Nuestra llegada a Jauja.

Rodada nocturna a Huancayo (distrito de Concepción).

Nuestra llegada a Huancayo.
El centro de Huancayo es un lugar cosmopolita, se ha desarrollado vertiginosamente en los últimos años, hoy en día es una urbe contaminada, sumida en la modernidad, el ruido y el desenfreno, parecido a Lima. Eran la 9 de la noche cuando nos percatamos de que corríamos el riesgo de quedarnos a dormir en la calle, ni un hotel tenía una habitación para nosotros. Era una situación infame, indigna, desdichada y estresante, al parecer todo el mundo se había venido a Huancayo y por tal razón sus hoteles habían reventado de feligreses hambrientos de placer y aventura. Guiados por Filomón fuimos de calle en calle buscando un refugio para dormir. Más de una hora nos tomó encontrar un hotel digno, con cama digna y baño digno para pasar una noche digna acorde con la exigencia de una ruta emblemática.
Cinco horas de sueño bastaron para superar el desgaste de Lomo Largo, tampoco hubo más tiempo para dormir, pues el sueño del Huaytapallana era algo que todos queríamos cumplir al pie de la letra. A la 7am del domingo ya estábamos todos reunidos en casa de los tíos de Carlos, que gentilmente aceptaron guardar nuestras bicicletas en su casa y que además tuvieron la generosidad de invitarnos a desayunar en su mesa, fue el mejor desayuno que había tomado en mucho tiempo, superando enormemente a la trucha de Paca y al chifa inmisericorde que había probado la noche anterior. La algazara alimentaria estuvo compuesta por panes bollos, queso, choclo, manjar y café a raudales, aquello fue lo máximo.
A las 8 de la mañana los pedales volvieron a girar y la vida se volvió una fiesta para siempre, 30km en dirección Noreste, por trocha carrozable, con un desnivel de 1300m, hacía presagiar lo duro de la jornada, sin embargo allí estábamos nosotros, impertérritos, con nuestro temple de acero y nuestra voluntad colosal. 

Rumbo al nevado Huaytapallana (Huancayo-Perú).
La ruta al Huaytapallana se inicia en la avenida San Carlos, que luego se une con la avenida Camell del Solar. Cerca al barrio Palian la pista se vuelve una carretera afirmada que va ascendiendo paulatinamente sin dejarse sentir. Más tarde un letrero azul nos anuncia que nuestro objetivo se encuentra a 25km montaña adentro, a lo que Filomón acelera el paso, mientras que Carlos, Mari y yo nos quedamos para la foto del recuerdo. Los siguientes 13km son de suave pendiente, pasando por Pañaspampa y Chamisería hasta llegar a un pueblo llamado Acopalca, último punto de avituallamiento antes de arribar al Abra Huaytapallana. Los 12km restantes son los más exigentes, la carretera se aleja del cauce del río Shullcas y va penetrando en dirección Este hacia montañas de gran envergadura dominadas por el Ichu, cuyas espigas doradas son zaheridas por el viento. En las afueras de Acopalca un jovencito de buen vestir observa el paso de los cicloviajeros desde un promontorio situado en un campo de futbol, nada le llama más la atención que los cuatro ciclistas dirigiéndose a la montaña; cuando todos hubieron pasado yo me detengo para saludarlo a lo que él se aproxima montado en una bicicleta BMX que es poco usual en estos lugares, Johan tiene una bicicleta casi nueva y es feliz pedaleando por las campiñas de Acopalca.

Por la rutas del Huaytapallana (llegando a Acopalca).
En Chamisería el tiempo se ha detenido, pues sólo una retahíla de viviendas muy simples anuncia la presencia del hombre y en el marco de aquel bucólico cuadro tres niños leñadores completan la escena, el mayor de todos tiene 11 años, su nombre es Jair y junto a sus hermanos sale frecuentemente a recolectar leña para su hogar. Su trabajo no es tan sencillo, pues así me lo hace saber la pesada carretilla que debe empujar casi todos los días.

Por la ruta del Huaytapallana (niños leñadores en Chamisería).

Ganarle un kilómetro a la montaña no es tarea tan simple, sobre todo cuando pedaleas a más de 4000msnm, aquí es donde se ve la voluntad del ciclista, la garra y tu capacidad para soportar el estrés físico y emocional que en más de una ocasión te van a invitar a renunciar al objetivo.
Carlos, Maribel, Filomón y yo estamos convencidos de que nadie abortará la expedición antes de llegar al Abra Huaytapallana, por eso a partir del kilómetro 15 fuimos registrando cada kilómetro que le fuimos ganando a la montaña.

Por la ruta del Huaytapallana (Huancayo-Perú).
La tensión de viajar en bici por este lugar sería menor si los conductores de camionetas Hilux y Station wagon no fuesen tan egoístas y escandalosos, pues se creen los dueños del mundo, apoderándose totalmente de la carretera e imponiéndose con sus máquinas de muerte a velocidad infinita, apretando despiadadamente un claxon ensordecedor cuyas ondas parecen empujarte al vacío, lo cual muchas veces te hace perder el equilibrio y la concentración y te obliga a parar intempestivamente para dar paso a esas criaturas malditas que llevan caucho en el cerebro.
Nuestro paso por la cordillera logra conexiones solidarias insuperables, desde empujar la bicicleta del compañero exhausto o esperar a otro a que descanse, hasta intercambiar bicicletas pesadas por ligeras o cargar equipaje extra, o compartir el agua, la comida o medicina para que el amigo pueda superar su necesidad inmediatamente.
Por la ruta del Huaytapallana (Huancayo-Perú).

Por la ruta del Huaytapallana (Huancayo-Perú).

Desde el km 24 puede observarse un letrero que dice Virgen de las Nieves “patrona de los viajeros”, esto es señal de que estamos a un paso del Abra Huaytapallana.
A las 3.30pm llegamos al Abra Huaytapallana, donde un restaurante llamado “La Estancia” es el único refugio a 4600msnm. Desde aquí la carretera se va cuesta abajo buscando un destino llamado Pariahuanca. Treinta minutos más tarde, luego de haber guardado las bicicletas en “La Estancia” y habernos colocado el abrigo iniciamos la caminata de 3km hacia la laguna Carhuacocha, que queda muy cerca de la base del Nevado Huaytapallana.

Llegada al Abra Huaytapallana,
luego de 7 horas de ascenso por la montaña.
Camino a la laguna Carhuacocha la naturaleza se abre como una flor, aquí el equilibrio de la Tierra parece mantenerse a salvo de los vicios del hombre, aquí la vista es portentosa y el placer de mirar se vuelve un ejercicio imperturbable. Al Noroeste de Carhuancocha se observa claramente el Nevado Huaytapallana y su hielo se anuncia como un Alud detenido en el tiempo, sostenido en la base de un Apu inmarcesible que guarda en sus entrañas los secretos más puros del misticismo Huanca.
Trekking a la laguna Carhuacocha y
aproximación al nevado Huaytapallana.
Cerca de la base del nevado Huaytapallana.
Los minutos que nos quedamos en la laguna Carhuacocha bastaron para deleitar nuestras pupilas con las oníricas formas de este ecosistema impresionante, pero también bastaron para que Maribel se quebrara ante el “mal de altura” que la venía persiguiendo desde Lomo Largo, esta vez su cuerpo ya no resistió y se sumió en una postración casi inconsciente que apenas le daba tregua para caminar y farfullar algunas palabras. El retorno hacia el Abra prácticamente lo hizo apoyándose en Carlos. Al llegar al restaurante “La Estación” un mate de coca la puso a salvo del peligro, sin embargo aún estaba débil como para descender de noche los 30km que nos separaban de la ciudad de Huancayo, es así como decide retornar en auto, mientras que Filomón, Carlos y yo emprendimos el descenso en bicicleta alumbrados por los últimos rayos de un ocaso que moría en lontananza. Treinta minutos más tarde la noche con sus miedos y sus peligros se vienen a sumar a la aventura de rodar en bicicleta por la Cordillera central de los Andes. A las 7 de la noche ya estábamos de vuelta en el barrio Palian y a las 7.30pm la ruta total había sido consumada, 180km de ciclo-montañismo habían llegado a su fin.
Ocaso serrano visto desde el Abra Huaytapallana a 4600msnm.

Ver álbum de fotos aquí: Tarma-Jauja-Huancayo-Huaytapallana 
 
DATOS TÉCNICOS DEL VIAJE:

• LUGAR: Departamento de Junín, provincias de Tarma, Jauja y Huancayo.
• OBJETIVO: Viajar en bicicleta de Tarma a Jauja por la vía de Lomo Largo. Proseguir de Jauja hasta Huancayo y finalmente trepar en bicicleta hasta el Abra Huaytapallana y visitar el nevado del mismo nombre.  
• DISTANCIA TOTAL RECORRIDA: 180km aproximadamente.
• NIVEL DE DIFICULTAD: Intermedio-Alto. Exigente.
• MÍNIMA ALTITUD DE PEDALEO: 3060msnm.
• MÁXIMA ALTITUD DE PEDALEO: 4600msnm.
• ALTITUDES: Tarma (3060msnm), Jauja (3350msnm), Huancayo (3250msnm), Abra Huaytapallana (4600msnm).
• DISTANCIAS RECORRIDAS: Tarma-Laguna de Paca-Jauja (63km); Jauja-Huancayo (50km); Huancayo-Huaytapallana-Huancayo (60km); extras (10km).
• TIEMPOS: Tarma-Laguna de Paca (8.5 horas), almuerzo en Paca (1 hora), Paca-Jauja (30 min); Jauja-Huancayo (2 horas); Huancayo-Abra Huaytapallana (8 horas); Permanencia en el Abra Huaytapallana y Laguna Carhuacocha (2 horas); Abra Huaytapallana-Huancayo (1.5 horas).

AGRADECIMIENTOS:

1. SPECIALIZED PERÚ: Tienda Concepto, Av. Reducto 1017, Miraflores, teléfono: 2415892. Specialized Perú nos facilita una bicicleta StumpJumper S-Works HT M5 para rodar por los caminos del Perú. Sitio web: Specialized Perú


2. BICICENTRO: Av. Paseo de la República 4986, Miraflores, teléfono 4456442. Bicicentro nos apoya con el mantenimiento de nuestras  bicicletas. Sitio web: Bicicentro Perú



ATTE.

Dúbert Díaz.
RodandoPerú 

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4 comentarios:

  1. Dios!! quedé impactado con todo este relato! que emocioante.

    Omar.

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  2. ¡Gracias Omar, es grato saber que las cosas que hacemos gustan además a otras personas.
    Saludos cordiales.
    Dúbert Díaz.
    RodandoPerú.

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  3. Magnífico, qué afortunados

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  4. interesante en gran manera. tokyo. nov 2016

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