José, el ciclista que sobrevivió al desierto.
El es José, un ciclista que se enroló en la Ruta de la Penitencia (Lima-Trapiche-Huaral, 140K).
Luego de cruzar la mitad del desierto y coronar la cumbre, todos iniciamos el descenso cerca de la 5pm, teníamos tres horas para llegar a Huaral.
Luego de cruzar la mitad del desierto y coronar la cumbre, todos iniciamos el descenso cerca de la 5pm, teníamos tres horas para llegar a Huaral.
La bajada desde los 1500msnm fue alucinante y divertida hasta
que en una de las paradas de reagrupación nos dimos cuenta que alguien
faltaba y era José, quien al parecer había sufrido algún contratiempo.
Lo esperamos cerca de 30 minutos pero
nunca llegó. Por un momento pensamos que había descendido raudamente como lo había hecho otro ciclista que quería llegar temprano a su casa, pero
uno de los presentes nos aseguró que lo había visto detrás de él
durante el descenso. Pasaron quince minutos más y al ver que no llegaba
enviamos a tres ciclistas a buscarlo, ellos subieron 6Km hasta donde
supuestamente lo vieron por última vez pero no lo encontraron, era como
si el desierto se lo hubiera tragado. A las 7pm decidimos continuar el
descenso hasta el pueblo de Palpa para buscar ayuda, un motorizado y un
patrullero también subieron a buscarlo pero no tuvieron éxito. Lo peor
de todo era que a José recién lo habíamos conocido ese mismo día y por tal motivo sabíamos muy poco de él y ninguno de los presentes tenía su
número telefónico y tampoco lo tenían agregado en facebook. Su foto y
nombre completo lo pudimos sacar del muro del evento, donde la noche
anterior él había comentado que iría a la ruta. Al no poder hacer más
nada por él, la policía no sugirió que al retornar a Lima averigüemos si él
había llegado a su casa, de lo contrario se iniciaría su búsqueda en la
zona donde se extravió. A las 10.45pm nos fuimos a Huaral, un patrullero
de Palpa nos acompañó hasta la salida del pueblo. Llegamos a Lima cerca
de la 1am del día lunes.
En la mañana del lunes 30 de diciembre uno de
nuestros compañeros le envió mensajes por facebook pero no halló
respuesta, hasta que a las 9am José respondió y le dijo que recién
acababa de llegar a Lima y que había sobrevivido a la Ruta de la
Penitencia. Por la tarde hablamos con él por teléfono, nos refirió que
durante el descenso lo difícil del terreno hizo que se retrasara un poco
quedándose rezagado del grupo, luego nos perdió de vista y al verse solo
pensó que se había equivocado de camino, continuó unos kilómetros más y
al no encontrarnos empezó a preocuparse, gritó fuertemente pero nadie lo
escuchó y al ver que anochecía decidió volver por el mismo camino.
Mientras retornaba le ganó la noche, sin embargo él siguió subiendo la
montaña a oscuras porque sabía que en lo alto había un campamento minero
donde podía encontrar ayuda, allí pasó la noche y pudo comunicarse con
un familiar al que contó lo sucedido. Al día siguiente trepó con su
bicicleta hasta la cumbre y descendió hacia Trapiche, donde su hermano
lo esperaba con un automóvil para llevarlo de regreso a casa.
José, descendiendo desde la cumbre.
Todo
esto nos deja una gran lección, cuando salgas a una ruta de exploración y
de alta exigencia física infórmate bien a dónde vas a ir, lee bien los
detalles del evento al cual asistirás, no vayas a la deriva, equípate. Si percibes alguna dificultad para avanzar acorde con el grupo avisa
oportunamente a los demás para que se tomen las medidas preventivas del
caso. Entrar en las montañas siempre tiene sus riesgos, por eso siempre
somos muy cautelosos de anunciar oportunamente las rigurosidades de una
ruta.
Damos gracias a Dios porque José salió bien de todo esto, sabemos que todo aquello que vivió ahora formará parte del anecdotario de su vida.
Damos gracias a Dios porque José salió bien de todo esto, sabemos que todo aquello que vivió ahora formará parte del anecdotario de su vida.
Atte
Dúbert Díaz Ramírez.
RodandoPerú
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